En el patio se realiza la recepción de la aceituna. Una vez depositada en la tolva de recepción, la aceituna pasa a la limpiadora donde se le quitan las hojas y ramas que pudiera llevar. De la limpiadora pasa a la lavadora donde se le lava y eliminan piedras, tierra y suciedad que pueda traer, de aquí por medio de una cinta transportadora pasa a la pesadora y finalmente a las tolvas de almacenamiento previas al molino.
De la tolva de almacenamiento la aceituna pasa a un molino de martillos de acero inoxidable que tritura la aceituna dejando una pasta, que por medio de un rosca sinfín de acero inoxidable llega a la batidora. Una vez batida por medio de una bomba de masa, esta pasa al decanter. En el decanter se consigue separar por centrifugación horizontal, el aceite por un lado y el orujo más el alpechín por otro.
El orujo más el alpechín por medio de una bomba se lleva a una tolva situada en el patio, pasando antes por una deshuesadora, se separa el hueso de la aceituna.
El aceite que se obtiene en el decanter pasa a una centrifugadora vertical, que permite separar el aceite del agua y pequeñas impurezas, con lo que se consigue un aceite limpio que directamente pasa a los depósitos hasta su envasado.